A lo largo de 2024 España aumentó su demanda eléctrica un 0,9% respecto a la de 2023, la primera vez que ocurre desde 2022, año de la invasión rusa de Ucrania.. Sin embargo, los datos están aún muy lejos de las cifras alcanzadas antes de la pandemia. Además, el parque de generación incorporó 7 GW de renovables a lo largo del ejercicio.
Así, según el Informe del sistema eléctrico español de Red Eléctrica, la demanda en 2024 fue de 248.811 gigavatios hora (GWh), por encima de los 244.665 GWh de 2023. Ese año se produjo una caída respecto a los 250.421GWh de 2023, que, a su vez, también estuvieron por debajo de los 256.482 GWh de 2021. En ese caso sí hubo un incremento interanual, si bien se debió en muy gran medida a que en 2020 se desplomó la demanda. El año estuvo marcado por la pandemia y el confinamiento, lo que hizo que sus 249.991 GWh estuviesen muy por debajo de los 264.635 GWh de 2019.
Es decir, aunque la demanda de electricidad se incrementó casi un 1% respecto a 2023, en 2024 estuvo aún en torno a un 6% por debajo de la que se registró antes de la crisis sanitaria. Asimismo, la cifra del año pasado es la segunda más baja del último lustro, marcado también por las tensiones energéticas. Eso sí, según contextualiza Red Eléctrica, la demanda se ha multiplicado por dos respecto a 1985.
En este sentido, cabe destacar también el impacto que ha tenido la guerra en los precios energéticos y el momento en el que tuvo lugar la invasión de Ucrania. Una vez que las economías comenzaban a recuperarse de la pandemia se dispararon los precios del gas, el petróleo o la 'luz' -en gran medida, por el incremento del primero-, lo que repercutió en el consumo en general y el eléctrico en concreto. De los 33,96 euros por megavatio hora (MWh) que se pagaron en 2020 se pasó a 111,93 euros en 2021 y 167,52 en 2022, según los datos de OMIE. En los últimos años los precios se han relajado -87,1 euros en 2023 y 63,04 euros en 2024, una caída del 27,6%-, aunque también están aún por encima de las medias anteriores a la pandemia y, sobre todo, al conflicto bélico. En lo que va de 2025, eso sí, han vuelto a subir.
El documento destaca también que, una vez corregida la influencia de la laboralidad y de las temperaturas, resulta una variación positiva respecto al año anterior del 1,4% en España y del 1,5% si se tiene únicamente en cuenta el dato peninsular. La demanda de los hogares -y determinados puestos de trabajo- está muy ligada a a la temperatura debido al consumo de electricidad que suponen los sistemas de refrigeración y calefacción, de ahí que en un año más 'templado' conlleve una corrección al alza. "El conjunto del año 2024 ha sido ligeramente menos frío en invierno y menos caluroso en verano que el año 2023, lo que resulta una aportación negativa de las temperaturas de 0,8 puntos porcentuales al crecimiento de la demanda nacional", contextualiza el informe.
Potencia renovable
Desde el punto de vista de la generación Red Eléctrica celebra la incorporación de 7,3 GW de potencia renovable al sistema. Supone, a grandes rasgos y obviando las diferencias en las horas de producción, lo mismo que la potencia nuclear actual del país. La gran mayoría, 6 GW, fue solar fotovoltaica, que ya es la tecnología con más potencia instalada en el país.
Durante la presentación del informe, Beatriz Corredor, presidenta de Redeia (la matriz de Red Eléctrica), celebró que "España alcanzó en 2024 sus mejores indicadores con un doble récord tanto en producción renovable como en el porcentaje que supone en el mix de generación".
A pesar de ello, el informe apunta que la gestión de la energía renovables "supone un gran reto" y "especialmente" en sistemas aislados como Canarias, que, a diferencia de Baleares, no tiene la posibilidad de conectarse por cable submarino a la península. El sistema del archipiélago, de hecho, depende en muy gran medida de centrales contaminantes y con grupos obsoletos y ha sufrido varios apagones en consecuencia. Las renovables, intermitentes, pueden llegar a aliviar los problemas, pero no son capaces de dar la redundancia necesaria para evitar que el sistema caiga cuando se tensiona. Únicamente El Hierro, que cuenta con la central de bombeo reversible de Gorona del viento, es capaz de ser prácticamente autosuficiente.
Red Eléctrica destaca también el papel de la central de Salto de Chira, en Gran Canaria, que "se erige como la mejor solución para una integración segura y eficiente de energías renovables que sustituyan a las fuentes de energía fósiles". El almacenamiento, destaca la entidad, "se configura como una herramienta estratégica para hacer posible la transformación energética".
En lo que respecta al intercambio de energía con otros países, España continúa con su papel exportador -lo hace por tercer año consecutivo-, pero la tendencia está cambiando. Aunque la balanza se ha inclinado desde el lado de la exportación, los envíos han caído (25.808 GWh, un 0,4% menos que el año anterior) y las importaciones se han disparado (15.631 GWh un 30,5% más que en 2023). Tal vez donde sea más evidente este cambio es en la relación con Francia, donde el saldo neto anual ha sido importador (2.795 GWh) tras dos años exportando electricidad. Este periodo coincidió con varios problemas en el parque nuclear galo que ya han sido solucionados.