Dedicado al tema de los derechos humanos y los últimos, el Pabellón organizado y promovido por el Dicastero para la Cultura y la Educación, alojado en el interior de la Cárcel de Mujeres de la Giudecca fue una extraordinaria experiencia compartida por artistas y público con la comunidad residente.
Vatican News
A lo largo de siete meses, las puertas de la Cárcel de Mujeres de la Giudecca, en Venecia, estuvieron excepcionalmente abiertas a más de 20.000 visitantes, que durante todo el período de la 60ª Exposición Internacional de Arte - La Bienal de Venecia tuvieron la extraordinaria oportunidad de visitar el Pabellón de la Santa Sede. Organizado por el Dicasterio para la Cultura y la Educación, el Pabellón acogió la exposición Con i miei occhi (Con mis ojos), promovida por el Comisario del Pabellón, Cardenal José Tolentino de Mendonça, y curada por Chiara Parisi y Bruno Racine, quienes invitaron a participar a nueve artistas de renombre internacional: Maurizio Cattelan, Bintou Dembélé, Simone Fattal, Claire Fontaine, Sonia Gomes, Corita Kent, Marco Perego & Zoe Saldana, y Claire Tabouret. El carácter excepcional del proyecto, gracias a la colaboración del Ministerio de Justicia - Departamento de Administración Penitenciaria, permitió la participación activa de los residentes de la Casa di Detención que, apoyados por el personal de comisariado, de la producción, los educadores y los agentes, llevaron a cabo no sólo visitas guiadas, sino también una serie de actividades de taller que completaron la parte expositiva abierta al público.
Visitas agotadas ya en los primeros meses
Las visitas al Pabellón, que pueden reservarse para 100 personas al día, se agotaron ya en los primeros meses de apertura y fueron dirigidas por las reclusas-conferenciantes, especialmente formadas para esta función. La extraordinaria envergadura del proyecto contó el 28 de abril con la visita del Papa Francisco, el primer Pontífice de la historia que visita la Bienal de Venecia. El Santo Padre, en su discurso dirigido primero a los residentes y después a los artistas, durante el encuentro celebrado en el interior de la Capilla de la Cárcel de la Giudecca, les dedicó palabras de cercanía: «Confieso que a vuestro lado no me siento como un extraño: me siento en casa. Y creo que esto se aplica en realidad a todo ser humano, porque, a todos los efectos, el arte tiene la condición de 'ciudad refugio', una entidad que desobedece el régimen de violencia y discriminación para crear formas de pertenencia humana capaces de reconocer, incluir, proteger, abrazar a todos».
La atención del Papa a las cárceles y sus moradores
El Cardenal de Mendonça, Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, subraya cómo un éxito importante del Pabellón de la Santa Sede ha sido el de haber conseguido sensibilizar a tantas otras instituciones ante la perspectiva de colaborar con realidades como las cárceles; para la Santa Sede esto representa un gran signo de esperanza y una perspectiva tangible de cambio, y por ello quiero dar las gracias a quienes, como el Departamento de Administración Penitenciaria, el Patriarcado de Venecia e Intesa Sanpaolo, han hecho posible la realización del proyecto. «Hemos llegado al final de este proyecto en el que me he implicado desde el primer día a instancias del cardenal de Mendonça, a quien sigo agradeciendo que haya visto con “sus ojos” el alcance transformador de esta exposición que he curado junto con Chiara Parisi», prosigue el comisario Bruno Racine. «La exposición retomaba la atención del Santo Padre hacia las cárceles y quienes viven en ellas: por eso hemos querido abrir un lugar donde todos nos encontremos como extranjeros y al mismo tiempo seamos invitados a ver con nuestros propios ojos, sin filtros. Esto ha permitido acceder a una experiencia única de gran convivencia y humanidad a través del arte, de las obras creadas por los artistas junto con los huéspedes, y de los encuentros cotidianos entre los huéspedes y el público venido de todo el mundo».
Todo nació del encuentro
«El proyecto ha dejado una importante lección en cada uno de nosotros, en mí por ejemplo, la de ser cada vez menos extranjeros en todas partes. ¿No es ésta la gran fuerza del arte?», concluye la curadora Chiara Parisi: "Nada en este proyecto era abstracto: todo nació del encuentro, del contacto real y verdadero. En primer lugar, entre los residentes y los artistas. Conocimos a mujeres extraordinarias, que trabajaban con una determinación increíble, tenían que demostrar algo que a nosotros nunca se nos había pedido. Este proyecto creó un vínculo profundo, físico y mental, entre nosotros y ellas. ¿Y lo más poderoso? Ver sus ganas de vivir, de aprender, de crecer. Las guías son las verdaderas heroínas: no sólo para ellas, sino para todas las reclusas del mundo. Orgullosas, eligieron mostrarse dignas -tan dignas como las obras que acompañaban- de ser vistas y escuchadas. Ser guías, junto a obras tan extraordinarias, demostró que existe un enorme potencial de transformación».
Amplia cobertura mediática
Para mí fue, ante todo, la nueva mirada que dirigieron hacia sí mismos, con una conciencia renacida. Este proyecto ha sido y será una inspiración. Seguiremos visitando la Casa de detención de mujeres de la Giudecca, que nos acogió con tanta generosidad y valentía, construyendo juntos nuevas ideas, por grandes o pequeñas que sean. Durante todo el periodo de apertura, el Pabellón de la Santa Sede recibió una gran cobertura en la prensa nacional e internacional, con más de 500 artículos publicados en diarios, periódicos, diarios online, agencias, radios y televisiones de todo el mundo, captando la atención mediática mundial. Durante los días previos a la inauguración, se organizaron siete visitas guiadas, cada una de ellas reservada a 25 periodistas nacionales e internacionales, que tuvieron la oportunidad de ver un avance del excepcional recorrido de la exposición, cuya maquetación y producción se confió al estudio COR arquitectos y Flavia Chiavaroli.
Durante los ocho meses de apertura del Pabellón se acreditaron 115 medios italianos e internacionales, principalmente de Alemania, Brasil, China, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Holanda y Reino Unido. Parte integrante de este polifacético proyecto es también el catálogo, editado por Chiara Parisi y Bruno Racine y publicado por Marsilio Arte bajo la dirección artística de Irma Boom, que representa la memoria del proyecto, también gracias al valioso trabajo de los fotógrafos Juergen Teller y Marco Cremascoli, y una mirada en profundidad al trabajo realizado por los comisarios para el Pabellón de la Santa Sede, documentando el diálogo activo que se estableció entre los nueve artistas participantes y las residentes de la Cárcel de Mujeres de la Giudecca. A continuación, las residentes participaron -de forma voluntaria- en diversos talleres, como el del dúo Claire Fontaine, basado en el método Feldenkrais para fomentar la conciencia de sí mismas en relación con su entorno a partir del movimiento. El Centro de Arte Corita, por su parte, les hizo participar en una serie de citas para crear, mediante escritos y bocetos, declaraciones elaboradas según el método pedagógico inventado por Corita Kent.
Estructurar en el tiempo la presencia de la Santa Sede en la Bienal
De la colaboración con Maurizio Cattelan y los invitados de la Casa, nació la edición especial de L'Osservatore di Strada, una publicación del periódico L'Osservatore Romano, en la que los residentes crearon el contenido editorial (el suplemento está disponible en línea). Por otra parte, la coreógrafa y bailarina Bintou Dembélé puso en escena, a puerta cerrada, una versión inédita de Rite de passage - solo II, creada por ella e interpretada por el bailarín «Meech» Onomo. Estos talleres y diálogos con los residentes siguieron la estela de las actividades iniciales que contribuyeron a dar vida al Pabellón, como el taller con los poemas de los internos que enriqueció la obra de Simone Fattal, o las fotografías personales de los residentes para el taller de Claire Tabouret, o la participación en la película de Marco Perego y Zoe Saldana. Por último, Sonia Gomes dedicó a los residentes el concierto de Plinio Fernandes el último día de la Bienal. Por último, el Pabellón acogió varios proyectos científicos sobre temas artísticos y sociales en colaboración con diversas universidades internacionales, que pronto estarán en línea en www.dce.va.
Con vistas a la próxima XIX Exposición Internacional de Arquitectura, prevista del 10 de mayo al 23 de noviembre de 2025, el Dicastero per la Cultura y la Educación ha iniciado un diálogo con el Ayuntamiento de Venecia para estructurar en el tiempo la presencia de la Santa Sede en la Bienal.
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